Bruselas
Mi viaje a Bruselas, capital de Bélgica, comenzó tomando el tren de alta velocidad desde la estación Gard du Nord en París. A diferencia de otras capitales europeas, no sabía mucho acerca de ella. Conocía París y Ámsterdam, había estudiado y leído sobre su historia y su cultura. Sin embargo, desconocía casi por completo, que paradójicamente se encuentra ubicada justo al medio entre ambas ciudades. Sabía que se hablaba francés, y conocía la fama de la cerveza y el chocolate belgas, reconocidos internacionalmente.
La principal referencia que tenía era que durante mi infancia había coleccionado “Las aventuras de Tintín”, historietas del escritor belga Hergé, en las que narra los intrigantes viajes por el mundo de un joven reportero de Bruselas. Los viajes de Tintín estaban llenos de peligros y conflictos políticos en países europeos y del tercer mundo, durante la turbulenta primera mitad del siglo XX. En contraste, cada vez que Tintín regresaba a su hogar en Bruselas, Hergé mostraba la ciudad como un oasis de tranquilidad, seguridad y diplomacia internacional. Por lo tanto, esta es la imagen que me formé en la infancia de la capital belga, y que durante mi viaje pude confirmar.
www.matuchocastillofoto.com
Instagram @matuchocastillo
Fotografía: Matucho Castillo