LILIANA OJEDA
La naturaleza está en sus recuerdos, pensando en los momentos que pasó jugando libre por su entorno junto a plantas, brisas y olores, hasta que hizo su intercambio a Oregón, Estados Unidos, el que le trajo otras ideas, que comenzaron a dar vueltas por su cabeza: “arte”... mas no abandonó la naturaleza ni las raíces que tuvo en sus comienzos.
<<A veces prefería estar con plantas y animales que con personas>>, relata Liliana al recordar su infancia. En la que saltaba con las ranas, corría con cachorros, cosechaba frutos y verduras con alegría. La casa de sus abuelos en Magallanes era un santuario, la playa y el patio de su casa se volvían su verdadero refugio.
FOTOGRAFÍA: PEDRO MARINELL